Alejarme de los demás

Con nuestras experiencias afrontamos diversos mecanismos de como vivimos en nuestro mundo, de las situaciones vividas a diario y con los demás a nuestro alrededor. Algunas de esas situaciones pueden ser muy beneficiosas y otras no tanto.

Una forma o habilidad para tomar las riendas de cómo gestionarnos, es alejando a esas personas con las que nos hemos sentido ofendidos, engañados, heridos, traumatizados o abuzados. Lo que sucede con esto es que vamos creando un muro a nuestro alrededor para protegernos y lo extendemos para otras personas que no fueron partícipes de ninguna situación.

Durante un período de tiempo esto resulta ser muy útil, porque nos permite reencontrarnos, analizarnos, meditarlo. Ese período de tiempo puede ser de gran beneficio. Sin embargo, si se mantiene esa actitud durante un tiempo prolongado y ese muro o barrera que se pone alrededor no se baja o se cae, entramos en un proceso de aislamiento selectivo, que con el tiempo no solo alejamos a los demás, sino que damos el mensaje de no quererlos cerca y ellos se comienzan a alejar de nosotros hasta quedarnos aislados. Esto se convierte en un gran problema, porque podemos llegar a pensar que no somos nosotros quienes nos alejamos, sino que son los otros quienes no se acercan a nosotros.

Cuando comienzas a tener conciencia de que los estas alejando, o de que te has alejado de los demás, es cuando comienza a tener un buen efecto en ti la gestión de tus emociones, ya que te estás haciendo un llamado a atender tus comportamientos y actitudes, a tomar la acción necesaria para reinsertarte, pero para esto necesitas hacerlo con la paz interna de que es el momento de tumbar el muro.

Para comenzar a reinsertarte, te dejo algunas maneras de hacerlo que vayan en armonía contigo:

Comenzar con la confianza hacia los otros

Este es un paso bien difícil para muchos, por aquel dicho de que “la confianza va primero”, si perdiste la confianza en los demás, debes darte el permiso de volver poco a poco a retomarla y aceptar que los demás también cometen errores y que tu no estas exento de errores. Además de analizarte que parte de esa situación fue tu responsabilidad y en ese momento es mejor decirse “la confianza es lo último que se pierde”.

Desapego de lo vivido

Aunque una situación haya sido muy convulsionada, para comenzar a acercarnos es soltando el apego a la situación vivida, mantenerse en el conflicto solo hace que mantengas el aislamiento, una vez que te desapegas comienzas a aceptar al otro.

Dejar de buscar los motivos

Los motivos pueden ser uno o varios, al final permanecer en buscar las explicaciones y las motivaciones que llevaron a esa situación, no te ayuda a avanzar, generalmente saldrá otra pregunta de ¿cuál fue el motivo?, de la cual es posible que no se consigan respuestas. Dejar de buscar esos motivos es un gran paso a la redención para abrirse a recomenzar.

Nuestra naturaleza es mantenernos socializando, el alejarnos y aislarnos nos lleva a entrar en más conflictos con nosotros mismos, mantener un balance permite que nuestras emociones, y por consiguiente nuestras relaciones, se mantengan saludables.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *